Sábado. 18:00 de la tarde. 35 grados a la sombra. Ni un alma en la calle. Nadie se atreve a salir. Un grupo de soldados armados hasta los dientes se decide a plantar cara al asfixiante calor. El campo de batalla, el Parque Gloria Fuertes. Todo listo para iniciar una guerra histórica: es el momento de la Water War.
Un juego. Dos equipos. Dos príncipes en el equipo defensor. El objetivo, que salgan totalmente calados, sin un centímetro de camiseta seco.
Gonzalo A. fue el talibán número 1. Antonio G. dejó claro que defendiendo como él no hay ninguno. Pablo O., imparable con su bazooka. Rafa C., más calado imposible, al igual que Quique L. y Hugo F. Globazos de agua, bombas, fusiles y metralletas se sucedían en cada contienda. Al final, caos total. Todos contra todos. Nadie se salvó. Un plan inolvidable.
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