Una semana dio para mucho. Todo comenzó con una llamada a Viana y así poder sacar un equipo de fútbol 7. Nuestro nombre fue JARAVI, y el hombre de la convivencia fue Íñigo A. Gracias a él pronto pudimos olvidar los resultados futbolísticos y centrarnos en lo que habíamos ido a hacer: disfrutar de una convivencia inolvidable.

Cada uno destacó en algo. El lunes hicimos una Gymkhana por Granada en la que Pedro C demostró una gran iniciativa a la hora de resolver las distintas pruebas. Había que conseguir monedas de distintos países y con su gran nivel de inglés conseguimos una libra inglesa.

En las partidas de lobos, que fueron míticas, todos estábamos pendientes de lo que decía Íñigo A, que tenía un don especial para las acusaciones. Por la noche tuvimos la primera de una gran serie mientras consumíamos el botín cosechado en la Gymkhana.

El martes un plan sobre ruedas. Cada uno demostró su dominio sobre el Kart, pero fue Nacho I uno de los que más rápido rodó.

Uno de los grandes deseos de Gonzalo F se hizo realidad el miércoles por la tarde: el paintball. Según él, logró acertar a 19 objetivos y no ser alcanzado en ningún momento. Lo bautizamos como el auténtico John Rambo.

En el fútbol, Ignacio R protagonizó el mejor gol de Jaravi con pase de tacón incluido. La velocidad fue su gran arma para deshacerse de las defensas rivales. También demostró un instinto especial en el juego del “infectado”. Incluso los preceptores cayeron en algunas de sus trampas (en el buen sentido de la palabra). Por la noche un espectacular partido de fútbol 11 preceptores contra chavales. En algún momento creyeron en la victoria, pero la veteranía se impuso en el resultado.

El jueves, el plan que todos estábamos esperando. Eliminados en el torneo de fútbol. Pusimos pie en el acelerador y con Viana nos fuimos a Playa Granada. Un poco de fútbol, bañito y una de las mejores partidas de lobos de la convivencia. Por la tarde tuvimos los oficios del Jueves Santo y un tesoro en el que Jaravi se hizo con la victoria. Todo esto gracias a la velocidad y entrega de Ignacio B, que encontró la mayoría de las pruebas. Después película de la Pasión y por la noche procesiones con heladito en Granada para celebrar este gran día.

El viernes por la mañana estuvimos viendo y animando a Altamira que no pudo clasificarse para la final de Fútbol 7. Eso sí, logramos secuestrar a Chencho, la mascota de Codec y pedir rescate. Javi O fue el encargado de llevar las negociaciones, pero ante la negativa de complacernos decidió que Chencho se quedaría con nosotros. Por la tarde fueron los oficios del Viernes Santo y fuimos a visitar la Alhambra por la noche. Sencillamente mágico.

Al día siguiente cogimos el autobús de vuelta a Madrid. Muchas horas de convivencia, de risas, de pasárselo bien y de vivir en la gran familia del Jara la Semana Santa.