A las 11h del sábado un pequeño grupo de inocentes aventureros salieron del Jara Club. Al día siguiente a las 18h30 el mismo grupo llegaba, pero formado por recios muchachos: todos y cada uno habían superado EL DESAFÍO.

Un total de 9h andando por la Sierra de Gredos y una noche entera durmiendo en la orilla de la Laguna Grande del Circo de Gredos, con mucho viento y mucho frío, no fueron suficientes para quitar la sonrisa a nuestros grandes exploradores.

Jaime Basagoiti y David Cantón demostraron saber a lo que se enfrentaban, pues fueron muy bien preparados con botas y mochilas adecuadas a la excursión. Por otro lado estaban Miguel del Campo y Santi Peláez que, por cierto, desde ese día es socio del Jara Club con todos sus derechos y deberes; ellos tenían claro que venían a cazar, ya sean cabras montesas o ranas venenosas. Javier Ortiz y David, como mayores del grupo, fueron un gran apoyo para los preceptores a la hora de llevar a cabo las misiones a emprender en cada momento. Mención especial se merecen Javier Ávila y Javier Celaya que, aparte de compartir su comida con los demás (en concreto Pablo Ruiz quien se olvidó de la empanada en casa), demostraron que los pequeños ni se rinden ni aflojarán el paso en ningún momento.

Por último, como olvidar a la pareja de los incosumibles Jacobo y Guillermo Ortiz. Entre los dos consiguieron volver locas a las cabras con sus gritos de guerra y creo que si algún animal había empezado su periodo de hibernación lo ha tenido que posponer unos días.

Agradecimientos a Javier de la Rubia por cargar con media docena de sacos, un par de tiendas de campañas y alguna otra cosa, formando todo ello una mochila más pesada que él, aunque parezca imposible. A Miguel Ángel Galindo, por cocinarnos una sopa milagrosa que fue de hacernos olvidar el frío siberiano en el que estábamos sumergidos. A Toño Álvarex de Murga por prestarnos otra vez la furgo que todo lo sube con tal de darle bien “beber”.

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