Sábado, 22 de febrero. En el calendario, la fecha estaba señalada en rojo. Con un círculo abstracto, dos signos de admiración, y un asterisco verde. Era evidente: se trataba de un día importante en el calendario del año del Jara. Ese día, a las 18.00 horas, el telón del salón de actos de Tajamar abría las puertas a América, la nueva producción musical del club.
Después de meses de diseño, guión y composición. Después de semanas de ensayos. Después de horas de cortar, pegar, pensar, bailar y volver a empezar, el sábado, 22 de febrero, a las 18.00 en punto, se abría el telón de nuestra ópera rock de 2014. Y a juzgar por los aplausos y los comentarios del final, podemos decir que cumplimos nuestro objetivo: ofrecer un espectáculo divertido y de calidad para que disfrutaran todas las familias del Jara, y todos sus amigos que tienen a acompañarnos en este día de música, teatro, luz, color, globos, fantasía y carcajadas.

Según los críticos musicales-teatrales de los periódicos más importantes de Europa y Estados Unidos -a nivel de metáfora irreal, pero apropiada- América ha sido un éxito, producto del talento de los actores del Jara. Todos los diarios -en esta misma línea hiperbólica, pero descriptiva- insisten en que aunar tantas posibilidades en una única pieza tiene un mérito encomiable. Y resaltan que la ópera rock del Jara debería ser un género nuevo a explotar en el sector cultural: porque aglutina muchos artes a la vez: cine, teatro, música, baile, pintura, fotografía, literatura, poesía, escultura, arquitectura y humor.

Los críticos de Estados Unidos han consensuado sus líneas en torno a máximas parecidas: destacan la calidad de las coreografías, los vestuarios, los decorados, la actuación de los protagonistas, la creatividad de los más pequeños…

Entre los momentos singulares de América, la mayoría de los periódicos destacan el baile de You can’t stop beat, interpretado por Willy A., Miguel de W., Andrés O., Andrés P., Juan G., Nacho M, y Marcos P. Con ellos terminó de manera pletórica el segundo acto, y el aplausómetro del salón de actos detectó ahí el nivel máximo de entusiasmo popular.

Sin embargo, otros momentazos de América aparecen también en los newspaper más famosos de Occidente. El Herald Tribune destaca el papel de los de 2º de ESO y el grupo de escoceses ansiosos de libertad guiados por Pelayo Heart. Gran puesta en escena. Excelente coreografía.

El Washington Post apuesta más por el elegante número de los de 5º de EP y Charlot, y resalta el papelón de Pablo R, al que proponen como doble moderno del mítico actor del cine mudo.

The New York Times titula dando más realce al twist de los de 1º de Bachillerato con el que se inauguró el tercer acto. Luis W., Miguel B., Gonzalo S., Álvaro G., Manu B., Álvaro C., además de Nacho M. y Marcos P. dejaron las cosas claras. Los mayores del Jara tienen el ritmo en las venas, como se pudo ver también en la coreografía homenaje a Frank Sinatra: un new-york-new-york tuneado que encendió la mecha de entusiasmo de un público entregado.

Según The Sun, el momento más reído fue el protagonizado por los indios y vaqueros de 6º en su parodia del western. Gran papel de Álvaro D. y de todas las jóvenes promesas de este momento América.

La portada de The Times es para los chicos de 1º de la ESO, y la bomba de ciencia ficción con momento galíndrico especial con la aparición del gran dragón.

Todos estos medios destacan también momentos individuales: el papelón de época de la banda de Mac; el punto de inflexión claro del relaxing cup; el mítico mouses-supouses; el momento azul-drama de Nacho M

En la web del Jara, además de hacernos eco de estos halagos de la prensa internacional -sin que sirva de precedente, que después nos venimos arriba muy fácilmente- destacamos el papelón sin fallo de los protagonistas, Nacho y Marcos, que han currado como campeones, que le han dedicado muchas horas a lograr que el hilo conductor de América saliera sobre ruedas.

Además, destacamos, como no puede ser de otra manera, que tenemos un equipazo de actores, que además de hacerlo muy bien sobre las tablas, lo han hecho muy bien detrás del telón, ayudando en todo, como campeones.

Y no podemos cerrar esta crónica sin agradecer a los padres todo su papel en América. Ellos están sentados mirando el espectáculo. Pero antes, han sido el motor. De América, y del club.

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