El plan empezó con agua y acabó con agua. Nos fuimos 19 aventureros a Manzanares en un coche, la furgo de los Infante (¡¡muchas gracias Sres. Infante!!) y un autobús de la EMT.
La casa nos recibió muy bien: un campo de fútbol donde Miguel y Joaquín pasaron demasiado tiempo, una hoguera que entre Miguel Ángel y Rodrigo dio grandes resultados y mucho espacio donde repartirnos para dormir. Tuvimos una gran búsqueda del tesoro preparada por Fernando, Diego, Jaime y David Cantón que apenas duró 5 minutos porque José María Gil Casares y Gonzalo Infante consiguieron encontrar el tesoro sin haber conseguido la mitad de las pistas, todo un récord. Antes de anochecer nos fuimos de excursión.
El equipo de Andrés se dedicó a ver cabras, lástima que José María de la Rubia no se trajo la escopeta que si no hubiésemos tenido cena asegurada. Por otro lado el equipo de Pablo se perdió, como era de esperar. Esta vez la culpa fue de Santi Bernedo y Gabriel que se pasaron de listos y acabaron buscando sapos en el rio, mientras Jesús y Juan Torres mataban rusos con unas piñas y un par de palos. Por la noche paseo nocturno al cubo de la basura, con algún que otro susto de David Teixidor, y peliculón de marcianitos. El día amaneció con unos huevos con bacon y muchos churros. Después de Misa Nacho Infante y Andrés Pampillón se metieron en la cocina a preparar los bocatas para la nueva excursión: tortilla francesa, lomo de cerdo, salchichas,….
Un planazo que alguna vez repetiremos.
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