Con más nubes que sol, salimos hacia la pedriza Rodrigo, Pablo, Pedro, Iñigo, Manu, Lucas y Gonzalo. Eso sí, no nos calló ni una gota. Subimos con calma al refugio Giner de los Ríos siguiendo el cauce del río. Allí después de comer, estuvimos jugando al camuflaje, polis y cacos, liebre y algún que otro juego. Nos lo pasamos en grande. Alguno como Rodrigo no terminaba de adaptarse al terreno y de vez en cuando acababa en el suelo. Otros como Manu, conocedor del terreno, fue más cauto y estableció unas «tácticas» que le ayudaron a desenvolverse con soltura. Cuando no podíamos correr más, bajamos hacia el parking. Fue subirnos en el coche y empezar a llover.

Muchos se perdieron esta excursión, pero los que asistieron se lo pasaron en grande. Además, como colofón al plan vimos dos Óperas Rock y ya tenemos ganas de que llegue la de este curso… y es que quinto viene pisando fuerte!
 
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