Este fin de semana nos pusimos el “mono” (que no el “gorila”), para disfrutar de la nieve. No nos esperábamos un recibimiento como el que tuvimos. La verdad que pasamos a paisaje blanco demasiado pronto, a una altura que tampoco habíamos tenido oportunidad de ver otras veces. y es que estaban nevadas las praderas de camino a Soto del Real.

Pero nuestro destino se encontraba más arriba: llegamos al puerto de la Morcuera sobre las 13:30, después de haber jugado nuestro partido de liga correspondiente. Al final cabíamos todos en la furgo verde del Club, con lo que metimos hasta 7 trineos (2 de Javier) y la pala-trineo de Fran. Al bajarnos el viento nos recordó lo que es el frío invernal, a pesar de ver a Ramón en mangas de camiseta. Pero estábamos mentalizados, y nos preparamos para disfrutar con las cuestas de nieve: gorro, guantes, pertrechos de abrigo, doble calzado y calcetines,… Al principio la novedad nos aconsejaba prudencia, pero después de un par de bajadas ya podíamos competir en velocidad y lejanía, aunque lo que realmente parecía era un concurso de potencia y puntería, y si no que se lo digan a Gonzalo, que tuvo impactos sorprendentes -sin importancia, pero sonoros-, o a Alfonso que envistió al cámara de la expedición mientras comprobaba la filmación de estos movimeintos. También hay que decir que hubo otras personas que arrollaron a nuestros muchachos –sin peligro, pero con emoción-, porque realmente estaba deslizante el terreno.

El mejor momento, y si no que se lo pregunten a Toni, fue cuando pusieron a prueba la resistencia de los trineos el equipo “Actimel”, comandado por Tomás y secundado por Pablo, al elegir como ruta de descenso las laderas vírgenes que bajaban al barranco de Miraflores. La verdad que si no llega a ser por los expedicionarios que pasaron con sus equipos profesionales tras realizar maniobras de auto-aseguramiento en escalada de hielo, habríamos sido la gran atracción del parking, no solo por la aventura de la bajadas, sino también por la gran batalla de nieve. Resultado: gran disfrute de la nieve, y grandes ganas de tomarse algo caliente.

Así que nos pusimos a volver sobre las 15:00, para comer en la “casa abandonada de Braulio”, justo antes del pueblo de Miraflores. Pudimos degustar de unas buenísimas papas fritas y unos buenos tragos de fanta. Decidimos que lo mejor sería calentarnos con un buen chocolate caliente, pero compramos Cola-Cao, pue son había otra cosa en las tiendas abiertas. Lo íbamos a calentar en el Parque del Soto, antes del “Camino a Las Cabañas”, pero nos dimos cuenta que la clavija para usar el camping-gas no era la correcta. Total, que nos dirigimos al Jara y en la cocina ya nos tomamos un gran vaso de ”pocholate” caliente.

Terminamos el día intentando ver tres películas, y así celebrar el cumple de Javier Terreros, pero finalmente la tecnología decidió que Batman vs Superman era la mejor opción. Ahora ya sabemos que es en el cine donde más frío puedes pasar, no en la nieve… Repetiremos encuentros con la nieve, aunque tal vez para otro tipo de aventura.