El sábado pasado nos fuimos de excursión a Cervera de Buitrago, y de ella puede decirse que colmó todas las expectativas.

El día amaneció soleado como pocos. Desde el Jara y previa recogida de los dos Jaimes nos acercarmos hasta el pantano donde nos esperaba un día perfecto para darle al remo.

Antes de todo y como bien recordó José María Navarro un plan no es un plan sin despachar unas viandas por lo que nos pusimos manos a la obra. Una vez más el fuet de Jaime Arvilla fue muy cotizado, casi tanto como sus filipinos de chocolate blanco.

Después de comer jugamos un rápido en el que se demostró que Jaime Cánovas no ha perdido facultades tras un año jugando al fútbol celta. Toda una noticia.

Y a las 16.00 nos sumergimos en el agua poniendo proa a poniente. Una hora y media de disfrute que nos recordó lo bien que se está recuperando fuerzas, y si no que se lo digan a Diego Gil Casares que se lanzó a la conquista de la playa con siesta incluida.

Ya de vuelta paramos a merendar en un pueblo donde los lugareños nos desafiaron a un partido de fútbol. La nocilla y los bollicaos de los que dimos cuenta nos aportaron la energía necesaria para endosarles un 4-1, y casi sin bajarnos del autobus (o de la Zafira).

Gran plan y mejores sensaciones. Ya estoy deseando que llegue el sábado para ver quién es el mejor en el tres por tres. ¿Te animas?

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