El sábado 6 de febrero fue el día D. El estreno mundial de GAME OVER, la ópera rock del Jara de este año fue un acontecimiento de primer orden en la vida cultural de Madrid. Pocos minutos después de las 18.30 se descorrían las cortinas del escenario del Colegio Tajamar y cerca de 70 artistas fueron desfilando por sus tablas al ritmo de la música de ayer, de hoy y de siempre.

Comenzó el juego entre palomitas de 45 minutos de un cóctel armónico de teatro, música y bailes y alguna que otra coreografía como la del final que cautivó a un público entregado de padres, tios, abuelos y hermanos que abarrotaba el salón de actos.

Además de las actuaciones estelares de Toni Cánovas (Mike) e Ignacio Bolívar (Lord Game), que llenaron el escenario con su actuación, otras intervenciones causaron furor entre el respetable con carcajadas y aplausos, subrayando el papel de todos los esclavos de 4º de la ESO. La salida de Álex Baños tuvo el eco esperado: dos gestos, un par de pasos y el público en el bolsillo. Pepo y sus melenas y Pelayo, en sus respectivos papeles de guardaespaldas de Lord Game fue una risa constante. Especial reconocimiento del respetable para los de: Gonzalo Sotomayor y su tropa de amigos de Goku, Marcos Poole y su sonrisa irónica demoledora y los cazafantasmas cargados de aspiradoras pusieron el broche a una tarde para el recuerdo.

Los de 2º de la ESO dieron el do de pecho con holgura y eso que sus papeles no eran fáciles. Vicente de la Mancha y Sergio Panza, Álvaro Halcón, Martín Andrei y sus clases de historia, Íñigo y su espectacular look de profesor de matemáticas… Los de pusieron la emoción sobre la pantalla y más allá: los raperos Saxo, Jaime Arvilla y Javier Varela; Diego Bros y Luigi Filipescu y toda la saga de boxeadores y guerrero que completaron el plantel lo dieron todo y mucho más. Los de 1º de la ESO también estuvieron finos: eran los más malos de los malos y supieron estar a la altura de la circunstancias. El baile de los residentes en homenaje a Michael Jackson no estuvo mal.

Al ritmo del Ja Ho se cerró la cortina mientras miles de globos se abalanzaban al público desde lo alto. Llenazo y cartel de no hay billetes. Ahora toca ir pensando en la ópera rock del año que viene. Ahí si que no puede faltar nadie. Sobre GAME OVER, qué menos que una nominación a los Goya…