El Campamento se hizo esperar un poco más de la cuenta este verano y eso se notó en los chavales cuando ya se disponían a subirse al autobús: más ganas que nunca por ir a Mazarete. “Adiós Papá. Adiós Mamá. Hola Gran Salomón”. Esto era lo único que se oía minutos antes de dejar General Pozas.

Una vez en Mazarete fue lo de siempre, pero como nunca. Los mayores de 1º de ESO hacían de sub-subjeques con los más pequeños, transmitiendo esa sabiduría que han ido adquiriendo a lo largo de tantos campamentos con el Jara. Los de asumieron su papel de mayores –sin contar con los de , claro- en todos los sentidos, comentando lo rápido que pasa el tiempo ya que parecía que fue ayer cuando llegaron por primera vez a Mazarete en 4º de Primaria. Y se salió por los bordes, especialmente en el plan de bicis, donde demostraron ser auténticos Indurain de la vida.

Para el recuerdo quedarán los dos míticos Rommel contra Montgomery, con victoria doble para los alemanes. Nada pudieron hacer los pobres ingleses. Y qué decir de la moneda en honor a Angel G., los “Chelotis”, y del nuevo juego que se sacó Jorge R. de la chistera y que tanto éxito cosechó entre los asistentes. Todo ello con la inestimable ayuda de Claudio, siempre atento a las necesidades de preceptores y chavales. Gracias. Gracias. Los nueve días pasaron, como siempre, muy deprisa. Demasiado.

Subasta de chuches, maletas y al bus. Atrás quedan los SWAT, los Chetacharcas, el ceporrete, las tirolinas… Demasiadas cosas para tan poco tiempo. Todos prometen que el año que viene repetirán. Sin falta. Aunque sea de sub-sub-subjeque.