Exitazo. Así se puede resumir la fiesta del Jara Bronx del sábado pasado. El ambiente fue el de siempre y por eso fue un éxito total: casino, dinero, pistolas, atracos al banco, policía y por supuesto, el padrino.
Como siempre el dinero corrió de mano en mano, de apuesta en apuesta: desde los dados americanos a un combate de boxeo, pasando por la ruleta, un blackjack, una partida de póker, una carrera de caballos o probando la puntería en los dardos. Como siempre y como buen anfitrión, el padrino no hacía más que arreglar los problemas de “la familia”. Más generoso que nunca, se paseó por su casino repartiendo dólares a diestro y siniestro.
Las armas corrieron como liebres. Aunque la policía de 2º de ESO intentó mantener el orden, la compra-venta de armas fue un empezar y no parar. Estaba tan desbordada la policía que no pudieron frenar los continuos atracos al banco, que de hecho se quedó tiritando. Eso sí, la policía quedó desbordada pero no inutilizada. Y eso lo prueban los que cayeron en sus garras: toma de las huellas dactilares, interrogatorios, calabozo, etc.
Como dijo el padrino: “Hoy, todos hemos trabajado y trabajado bien. Pero unos mejor que otros.” El ganador del Jara Bronx fue 5º de Primaria, seguidos de 1º de Eso y 6º de Primaria.
Cada uno vivió su propia aventura: la partida de cartas que ganó, su atraco al banco, la redada en el casino, etc. Pero lo común fue el éxito de la fiesta, lo divertido que fue, lo bien que se lo pasaron. Todos se fueron con la misma pregunta: “¿Cuándo es el próximo Jara Bronx?” Sí, alguno ya está contando los dos años que tienen que pasar y otros se lamentan porque no vivirán otro igual. Y es que 91 gánsteres en el barrio del Bronx mola, pero 91 gánsteres en el Jara Bronx mola más.
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