Digan lo que digan los del sur, Fátima sí que tiene un color especial. Esa mezcla de grises casi lluviosos, con los verdes de las campiñas, con el azul intenso de los días de sol son solo colores pasajeros. Allí lo que mueve el ambiente es la presencia de la Virgen. Y punto.

Nosotros hemos ido desde el Jara a vivir la Semana Santa muy cerca de la Virgen. No me digas que no es fuerte que la Virgen haya pisado este mismo suelo. Y eso se nota. Cualquiera que ha rezado en la capelinha lo ha notado.

El Domingo de Ramos un buen grupo del Jara cogió carretera rumbo a Portugal para participar en el Meeting Internacional Fátima’2016, un potaje de actividades para todos los gustos, donde reina el fútbol, y después ya vienen el fútbol sala, el baloncesto, el Quiz Europe (concurso cultural), el certamen de cortometrajes, el concurso de microrelatos, y una convivencia estupenda.

Hablemos claro. Futbolísticamente sólo dimos para ser finalistas del Trofeo B. Hablamos del equipo Jara A. Se entiende. Pero oye, allá que lo dimos todo jugando con más o menos acierto, pero siempre con ganas de hacer un capo laboro sobre el terreno de juego. El Jara B también supo vestir con dignidad la camiseta de este club. Muy peleones, a pesar de que no lo tenían fácil. El año que viene, con los centímetros de más estén con nosotros, diremos las cosas sobre el campo de otra manera.

En Baloncesto, estuvimos. Que con equipazos con tradición como los que compiten en este pueblo, pocos se atreven. Y nosotros nos atrevemos. Hombre.

Fútbol sala, pues también. Pim. Pam. Pum. Garra.

En el Foro de Iniciativas Sociales y Culturales nos llevamos el oro con el Makin Of de Yangow, la última ópera rock del Jara Club.

Pero Fátima son muchas cosas. Algunas se ven en las fotos. Otras, cada uno las lleva dentro. Fátima es ice tea, moqueta de hotel, Domus Pacis, tres partidos al día, gradas, pipas, sol, sombra, sol, sombra, nube, paraguas, gofres, croasanes (así, en plata) de chocolate, idas, venidas, oración, rosarios, Pasión, monumentos, silencios de Viernes Santo, himnos futboleros, bubuzelas, colores, pasta, carne, más pau, bon día.

Gran parte del tiempo entre partidos lo hemos pasado muy cerca de la Virgen. Allí, en un corner de la explanada, cada cual habrá metido sus goles. Allí le hemos dejado muchas cosas a Nuestra Señora de Fátima.

Y al final: esas oraciones, esa Virgen, esos partidos, ese equipazo humano de la gente del Jara, esos equipazos de otros clubes, ese ambientazo de gente buena, esas canciones de grada, esas pipas, esos paseos de tarde, esas horas intensas de comida y cena, esos bollos huecos, y lo que el ojo no ve conforman una masa estupenda. Y el secreto de Fátima está en la masa. Te lo digo…