Este fin de semana el nivel de primero de ESO estuvo en Tavernes de Valldigne. O lo que es lo mismo en un valle digno para el mejor plan en lo que llevamos de año. Y es que el nivel de primero de ESO estiró el puente hasta las últimas horas.

Salimos el jueves después de las clases. Pablo P y Alfonso G comentaban que estar por la mañana en clase de mates y por la noche cenando en la playa era una cosa para repetir a menudo. Gonzalo H no dijo nada… (no hay nadie mejor manejando los silencios)

El viernes estuvimos jugando en la playa y disfrutando de las olas. Una carrera de zombis que ganó Guille M y una partida de pañuelo-ball fue la puntilla para volvernos a casa y darnos un chapuzón en la piscina… en noviembre.

Por la tarde la pasamos en el Gullivert haciendo de liliputienses con Jacobo H y Álvaro D a la cabeza. Después compramos una frugal cena y la paseamos por medio Valencia hasta el coche. Película y juego de mesa por la noche cerraban un día casi inmejorable… porque lo mejor estaba a punto de llegar.

El sábado amaneció soleado. Desde las siete de la mañana nuestros muchachos estaban en pie aguardando el momento de alistarnos en la tripulación de un barco en Denia. El patrón del barco hizo las maravillas de la tripulación y entre cueva y cueva y cala y cala pasamos el día. Solo resumible con una palabra que se queda corta… inmejorable.

Por la noche después de una cena espectacular preparada por nuestro insigne chef Ignacio D. pasamos el rato con juegos y algunos vídeos divertidos.

Todo lo bueno se acaba y el domingo solo nos dio tiempo de visitar el santuario de Cullera con cañones y todo. Realmente un plan difícil de igualar aunque el nivel de primero de ESO se ha propuesto no ponerse ningún límite… ¿lo conseguirán?